Como esa hoja de árbol al viento,
que volando no sabe bien a donde;
ni su lugar a donde corresponde,
ausente a un destino
y desoriento.
Perdida en el destino
te presiento,
mirada extraviada no responde;
matriarca carente de desfonde,
los recuerdos disueltos en incremento.
El azote, que destruye las mentes,
que nos hace primates vulnerables;
perdidos en esos mundos diferentes.
Diluidas en historias inconscientes,
sin futuro horizonte, ni recuerdos;
ni tampoco les atiende los presentes.
Dedicado, a mi madre, y a todas esas personas que tienen riesgo de padecer Alzheimer, o enfermedades mentales, que están estrechamente relacionadas.
Precioso poema...me ha gustado mucho. Besos.
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